Hoy os proponemos darle la vuelta a un juego que seguro que conocéis… ¡STORY CUBES! Como ya sabréis, se trata de unos dados que ponen a prueba nuestro lenguaje e imaginación, ya que con las imágenes que aparecen en cada uno de sus lados tendremos que crear historias. Sin embargo, esto no es lo único que podemos hacer con esos dados tan divertidos… ¿Se os ocurre alguna otra idea para jugar con ellos? Desde Aprendiendo Juntos os planteamos una de ellas. ¡Vamos allá!
Los dados serán el principal protagonista de este nuevo juego, aunque el objetivo será diferente al que conocemos. Para empezar, cada jugador cogerá un dado al azar, intentando que sus contrincantes no vean ninguna de las caras de este, ya que el juego consistirá en intentar que otro jugador adivine cada una de las imágenes que aparecen en las caras del dado. Así, podremos jugar tanto en parejas como en grupo, en este caso siendo el jugador de nuestra derecha el que adivine el objeto. De esta forma, cuando nuestro contrincante haya adivinado uno de los elementos del dado, el turno pasa al siguiente jugador.
Sin embargo, esto no será tan fácil como parece, ya que en base al nivel de dificultad al que queramos jugar, podemos añadir diferentes reglas adicionales al juego. Por un lado, se podrían establecer un conjunto de palabras prohibidas, es decir, durante la explicación del objeto a nuestro rival no podemos mencionar la palabra “pero”, “y”, “sí” y “no. Por otro lado, se podría establecer un límite de tiempo para la explicación del objeto, por ejemplo 1 minuto; e incluso, un número de pistas o de intentos limitado.
¿Y cómo repercutirían estas normas en el juego? Para esto os proponemos darle una puntuación de 10 a cada dado, es decir, cada vez que se adivinen todas las caras de un dado. Teniendo en cuenta que cada fallo restará un punto, por ejemplo, si decimos “pero” en nuestra explicación, esto nos restará un punto. Así, cuando se acaben los dados, el jugador con más puntos ganará la partida.
Con esta nueva dinámica del STORY CUBES podremos trabajar el lenguaje, al tener que describir el objeto para que el rival lo adivine, la inhibición, a través de la prohibición de palabras, la velocidad de procesamiento, si se establece un límite de tiempo, e incluso las funciones ejecutivas, ya que si se establecen un número de pistas determinado empezaremos a pensar en diferentes estrategias de juego.
Como veis, se pueden trabajar una gran cantidad de procesos con los mismos materiales, esto es solo ¡una posibilidad!