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Organicémonos. Regular horarios y mantener rutinas 🗓 ⏰

Actualizado: 31 mar 2020

En la actualidad estamos afrontando un periodo de confinamiento en casa que puede afectar a las rutinas familiares. Más si cabe, cuando las actividades escolares presenciales se han suprimido y los/as niños/as permanecen todo el día en el hogar.


A continuación, exponemos una serie de recomendaciones que pueden facilitar la implantación de rutinas y horarios, así como mejorar la convivencia en estos momentos complicados.


1. Regular horarios

Es conveniente mantener un horario durante la semana. Puede resultar beneficioso realizarlo conjuntamente y teniendo en cuenta las preferencias del niño/a. Es conveniente escribirlo en un papel y colocarlo en un lugar visible. Además, este planning se ha de realizar atendiendo a sus circunstancias, es decir, si tiene implantado un periodo lectivo reglado a través de plataformas virtuales (como Classroom, Moodle o iPASEN), hay que seguirlo en el horario establecido. Así, os proponemos las siguientes pautas:

  • Tenemos que fijar un horario para que se despierten. No pueden levantarse un lunes a las 11, no estamos de vacaciones y tienen que entenderlo. Lo único que se consigue de esta forma es alargar el día y aumentar el malestar.

  • En este sentido, tienen que tener un horario, además de para levantarse, para dormir, comer, ducharse, actividad física y ocio/tiempo libre. Lo recomendable es fijar un periodo que comprenda un tiempo de inicio y fin.

  • Que realicen las actividades escolares en un horario fijo, tanto si tienen clases virtuales como si no. También hay que tener en cuenta que habrá días en los que tengan más deberes que otros, como en un día normal, y que pueden realizar alguna actividad prefijada en esos “huecos”. Aunque bien es cierto que algunos niños/as están saturados y que, en ocasiones, los progenitores se convierten en profesores particulares. En ese caso, puede resultar conveniente hablar con los/as profesores/as y plantearles estas cuestiones en lo referente al tiempo.

  • Hay que organizar los horarios buscando la mejor forma para conciliar la vida laboral y familiar. Es complicado en el caso de padres/madres que salen a trabajar o que hacen teletrabajo, pero se pueden reestructurar con ayuda del otro progenitor, familiares u otros apoyos, si los hubiera. Además, puede ser un buen momento para que se queden solos a determinadas horas y se dediquen a hacer las tareas (todo ello dependiendo de la edad, claro está).

  • ¡No todo es hacer tareas! Es de vital importancia que tengan periodos de tiempo para jugar, hablar con amigos, hacer deporte, etc. Si solo están ocupados haciendo deberes y actividades, junto a la imposibilidad de salir del domicilio, pueden incrementar sus sensaciones de confusión, desesperación, aburrimiento y agobio.

  • El horario del fin de semana tiene que ser diferente. Se pueden despertar más tarde y hacer más cosas que les diviertan y entretengan.

2. Establecer y mantener rutinas

Teniendo ya el horario fijado, vamos a implantar una serie de rutinas que favorezcan el bienestar del niño/a, y por tanto, familiar. Tienen que seguir un patrón similar al que realizaban previamente (desayunar, lavarse los dientes, vestirse…). Es importante, en la medida de lo posible, no alterar sus costumbres. Si tomaban un vaso de leche nada más levantarse, que sigan haciéndolo. Si no hacían su cama antes de irse al colegio, que no la hagan… aunque esto es un tema controvertido que abordaremos más adelante. Teniendo esto en cuenta, os proponemos las siguientes recomendaciones:

  • Es necesario que por las mañanas se cambien el pijama por ropa del día a día, si es cómoda, mejor. Además de mantener las medidas de higiene oportunas y, aunque no vayan a salir a la calle, han de ducharse y lavarse el pelo con la misma frecuencia que lo hacían anteriormente.

  • Han de seguir con sus hábitos de descanso. Resulta importante tanto la calidad como la cantidad de sueño. Para ello deben evitar tomar bebidas excitantes, comidas copiosas o realizar ejercicio intenso antes de acostarse.

  • Tienen que hacer alguna actividad física, aunque no salgan de casa. Mejorará su estado de ánimo, liberarán tensiones y estarán más cansados a la hora de dormir.

  • Respecto a la alimentación, se tiene que realizar de forma equilibrada, tal y como se hacía hasta ahora. No hay que dejar que coman solo aquello que quieran, pero, es verdad que ¡No es el mejor momento para introducirles el brócoli!

  • Bromas aparte, es importante evitar conflictos y discusiones que no lleven a conseguir un objetivo, que puedan crispar el ambiente familiar.

  • Deben respirar aire fresco y exponerse a la luz del sol. Se aconseja hacer alguna tarea cerca de la ventana como leer o dibujar.

  • Tienen que realizar actividades placenteras (juegos, videojuegos, ver series, etc.). Además, se puede aprovechar para hacerlo en familia, ¿qué os parece si desempolvamos los juegos de mesa y jugamos todos juntos?

  • Hablando de actividades en familia, podemos ir introduciendo algunas tareas cotidianas en su repertorio con el objetivo de aumentar su autonomía e independencia. Por ejemplo, si todavía no saben hacer las camas, pueden ir viendo cómo se hace y después ir colaborando progresivamente en las tareas domésticas. No debemos agobiarlos y pretender que de la noche a la mañana lo hagan todo y de forma efectiva, pero puede ser un buen momento para el modelado (que vean cómo lo hacemos los adultos) y para aprender por ensayo y error (que se equivoquen y aprendan de sus errores). Podéis profundizar más en este tema haciendo click aquí.

  • Tienen que disponer de un espacio personal y un tiempo para estar solos. Pasar muchas horas del día juntos o acompañados puede hacer que nos sintamos más agobiados e irritables.

  • Debemos propiciar momentos de conversación, en las que resolvamos cualquier duda que puedan plantear.

  • Recordemos que en el fin de semana estas rutinas pueden variar. Es más, deben comer “excepciones”, jugar más tiempo, descansar, etc.


En definitiva, debemos hacer que los días transcurran con normalidad. Que se ocupen de sus tareas, procurando que encuentren momentos para el ocio. Además, hay que intentar mantener un ambiente tranquilo (y positivo) en casa, recordando que ¡ESTO PASARÁ!

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