La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje (si quieres saber más haz clic aquí) que empieza a manifestarse durante los primeros años escolares, cuando los niños/as se inician en los procesos de lecto-escritura. Es la dificultad con mayor incidencia de entre todos los trastornos específicos del aprendizaje. Pero os preguntareis ¿qué es exactamente la dislexia?
Seguro que alguna vez has utilizado el nombre de este trastorno para referirte a alguien que no sabía identificar su mano derecha. Y es que, esta es una de sus manifestaciones más conocidas, sin embargo, no es la más frecuente. La dislexia es un trastorno más complejo que abarca muchas otras dificultades. ¡Vamos a descifrarlas!
En primer lugar, las principales características de la dislexia cursan en torno a los procesos de lectura y escritura. Son habituales los errores en la secuenciación de sílabas (por ej.: “parajitos” en lugar de “pajaritos”), algunas dificultades para hallar palabras o nombrar objetos que repercute en la velocidad de denominación y fluidez verbal, errores en la direccionalidad de la lectura ("se" por "es"), errores por equivalencias fonológicas ("paga" por "paja"), sustituciones de unas palabras por otras visualmente similares ("mes" por "más"), omisiones, errores de acentuación e incluso es frecuente que identifiquen la primera letra y cambien la palabra intentando adivinar la frase. Todos estos errores les llevan a una falta de precisión y fluidez lectora que, junto a una velocidad lenta, derivan en una mala comprensión de textos.
Igualmente, esta última dificultad se relaciona con la posible alteración de la memoria verbal a corto plazo, que se manifiesta también en las dificultades de estos niños/as para recordar direcciones, números de teléfono y otras secuencias verbales. Todos estos errores también se reflejan en la escritura, donde pueden presentar dificultades para segmentar palabras, identificar letras o cumplir reglas ortográficas. En su conjunto, estas alteraciones pueden repercutir en la atención y concentración.
En segundo lugar, como bien es conocido, la dislexia también engloba dificultades a nivel espacial y visoperceptivo, con problemas en las relaciones espaciales (arriba-abajo), orientación (confusiones derecha-izquierda), procesamiento de orden temporal (dificultades para leer el reloj), seguimiento de instrucciones o rotación de las letras ("d" por "b" o "p"). Por último, es importante destacar que en algunos casos la dislexia también puede ir acompañada de déficits motores, que suelen manifestarse principalmente como dificultades en el mantenimiento del equilibrio y coordinación.
A la base del conjunto de estas alteraciones, no suelen encontrarse déficits en la capacidad intelectual, sino más bien alteraciones de procesos relacionados con el lenguaje, que repercuten sobre el resto de funciones. El proceso más relacionado con la dislexia es el déficit fonológico, en concreto los problemas en la decodificación fonológica: les cuesta encontrar la correspondencia entre los elementos básicos del lenguaje escrito (grafemas) y los elementos básicos del lenguaje verbal (fonemas).
Ahora que conocéis bien cuales son las dificultades típicas de la dislexia ¡OJO! es importante aclarar que NO es necesaria la presencia de todas las manifestaciones aquí citadas para el diagnóstico de dislexia, no es una cuestión de todo o nada, sino de cómo estas dificultades repercuten en el día a día del niño/a. El perfil de estos niños/as puede cambiar con el tiempo. Trabajando sobre estas dificultades se puede minimizar la repercusión que esto puede tener en la vida diaria de las personas con dislexia, y os preguntaréis ¿cómo trabajarlas? mediante lectura, actividades de escritura como dictados corrigiendo los propios errores, comprensión de textos extrayendo las ideas principales, actividades de la vida diaria (siguiendo la secuencia de una receta, recordando la lista de la compra), etc.
Referencias:
Ardila, A., Rosselli, M., & Villaseñor, E. M. (2005). Neuropsicología de los Transtornos del Aprendizaje. UNAM.
Málaga Diéguez, I. (2014). 1. Los trastornos del aprendizaje. Definición de los distintos tipos y sus bases neurobiológicas.
Rosselli, M., Matute, E., & Ardila, A. (2010). Neuropsicología del desarrollo infantil. Editorial El Manual Moderno.